viernes, 31 de octubre de 2014

En el IPod suena una canción de Alí

     Voy saliendo del trabajo a las cuatro de la tarde para ir a la universidad, mientras bajo en el pequeño ascensor me coloco uno de mis más preciados objetos, la verdad no sé qué haría sin él, es casi miniatura y apenas abarca el tamaño de la palma de mi mano, el IPod, ese que en los momentos de tristezas parece tener todas las respuestas, las letras de ánimo adecuadas, la mejor compañía en los despechos y la guía en mis momentos de inspiración. Está en el único modo que puede estar para sonar en concordancia con la vida, el modo aleatorio. 

     Written six hundred songs, only twelve get sung, eighty seven thousand cigarettes have passed through these lungs…Y comienzo a pensar en las cosas que no tengo a mis veinte años, un apartamento lejos del seno de mama, con una hamaca para dormir la siesta y una nevera llena de cerveza, un televisor pantalla plana para ver el partido los domingos, casi puedo materializar ese deseo mientras alzo mi brazo izquierdo, se detiene la camioneta, me aseguro que me lleve al Silencio antes de dar unas buenas tardes tan venezolanas como el colorido transporte. Me siento en el primer puesto y la ventana deja de ser ventana para convertirse en… Ando buscando un pajarito del amor que solía volar a mí alrededor que me daba besos al volar… En ese momento todo cambia, hay un camino rodeado de árboles y ligeramente a través de la melodía puedo distinguir el sonido del aleteo de un pájaro que vuela a mí alrededor

     Solo el corto espacio de tiempo en el que termina una canción para comenzar otra logro darme cuenta de donde estoy y a donde voy, la camioneta va haciendo su recorrido desde mi partida, Chacaito hasta el silencio, mi destino. El camionetero hace su trabajo de guía, mientras yo me pierdo en la utilidad de perderse en la música. Aunque sé que la música no debe extraviarnos sino más bien encontrarnos, y reconciliarnos con lo que pasa a nuestro alrededor… Con mis pezuñas de cordero me propuse a recorrer el continente entero, sin brújula, sin tiempo, sin agenda… Se interrumpen esos pensamientos por otras imágenes nuevas. Estoy en el aeropuerto, con pasaporte en mano, las ganas, el miedo y la sensación de exilio en el bolsillo, me veo parada allí despidiéndome de todos…Aprendí que mi pueblo todavía reza porque las “fucking” autoridades y la puta realeza todavía se mueven por debajo’ e la mesa…

     La Av Bolívar aparece y con ella todo el folklore, los grafitis en las paredes, los hippies haciendo malabares, estudiantes de la Universidad Experimental de las Artes maquillándose en la calles, señoras que se montan con sus “buenas tardes“ y el que “calor está haciendo“, el camionetero que les exige a los estudiantes el ticket estudiantil, estos bajándose apurados sin pagar el pasaje. Y de la nada, el IPod que es tan caprichoso y le gusta mostrarme imágenes de lo que quisiera tener salta de Calle 13 a Ali Primera… Qué triste se oye la lluvia en los techos de cartón, que triste vive mi gente en las casa de cartón… Sube un tipo de unos treinta años con las ropas un poco sucias y los pantalones roto, lleva en los brazos a una niña, no debe pasar los tres años pero ya su rostro denota una cierta madurez, en su mirada hay hambre y se aferra a un pedazo de pan. El papá mira a todos antes de sentarla en el puesto justo a mi lado, se arma de valor, mira a su niña quien le devuelve la mirada que sin ella saberlo le regala el empujón que necesita… Arriba, deja la mujer preñada abajo está la ciudad y se pierde en su maraña…

     “Buenas tardes señores pasajeros, sé que esto es muy incómodo, verán señores yo trabajo como ayudante de cocina en un restaurante en la Av Bolívar, señores es mitad de quincena, yo cobro sueldo mínimo, y no me alcanza para todos los gastos“… Niños color de mi tierra con sus mismas cicatrices millonarios de lombrices… No deja de retorcerse las manos, mira apenado pero con cierto valor en su mirada, por un momento dejas de ver su ropaje y ves en él lo que es en realidad un hombre necesitado… “Mi esposa me está esperando en la habitación, pero no me alcanza el dinero para pagarla, a mí de verdad no me importaría pasar la noche en la calle señores, pero yo tengo una hija y una esposa y con ellas dos no puedo arriesgarme“… Qué triste se oye la lluvia en las casas de cartón qué lejos pasa la esperanza en los techos de cartón… Saco mi monedero que también está roto, y busco un billete de 10bs, se los doy en la mano antes de que termine su discurso, y miro al frente sintiéndome culpable.

sábado, 11 de octubre de 2014

No sé si es amor



     Te puedo decir muchas cosas que aun no sabías. Verdades ocultas bajo el velo de la amistad, mentiras que me hice creer para no pensarte. Te puedo decir que siempre te comparé con un abismo, la sensación de caer, e incluso con la incertidumbre de sumergirme en el agua sin saber su profundidad.

     Te puedo decir que tomarte de la mano era prepararme para el camino al cielo, aun sabiendo que tu lo sentías como lo que realmente era, tomarme de la mano para cruzar a la otra calle.

     Te puedo decir que te soñé de todas las formas, en todos los lugares y con todas tus sonrisas, con esas miradas que me quitan y me devuelven el aire. También que deseé no haberte conocido y lo lamente un segundo después, porque no conocerte me hubiese dejado vacía, justo como estaba antes de que llegaras, con ese aire de ser doctora y las ansias de curarlo todo, pero resultaste ser la única enfermedad de la que no hay remedio, el amor.

     No se si pueda llamarlo amor, si hay algo que se parezca a la sensación de volar estando en el suelo es esa, y era justo como me hacías sentir con tus costumbre de saludarme con un beso tan cerca y tan lejos de los labios.

    Creo que eso era lo peor, tan cerca que estábamos de conocer todo la una de la otra y tan lejos de saber lo que yo realmente sentía. Me torturaba escuchar las tristezas de tus lagrimas por un hombre que no te hacía volar como a tu a mi y el que no supieras el efecto producido por tus halagos, esos “Que linda te queda la blusa” que me sonrojaban el corazón.
     Te puedo contar las sonrisas estúpidas que se producían en mi mente cuando decías algo gracioso o los gestos de niña malcriada cuando te molestabas conmigo.

     Tengo una caja de cartas y poemas llenos de confesiones a los que nunca me paso por la mente colocarle el destinatario, aun ahora que puedo contarte todo esto sin que se me arrugue el corazón de melancolía no me atrevería a entregártelas.

     Te escribí todas la noches, a ti, a tu rostro de niña y tus andares de mujer grande que me conquistaron los malos pensamientos. Escribí historias sin finales para que nunca terminara, escribí incluso una tesis sobre si el color de tus ojos era o no mejor que el del café, nunca pude llegar a la conclusión de si eras más adictiva que él o si era yo la que me empeñaba en querer consumirte de más.

     Tú que no dabas señales de quererme un poquitico más de como yo quería que me quisieras, y yo queriéndote tanto que me tenía que voltear cuando tratabas a alguien como me tratabas a mi. Me daba rabia hasta que te miraran en la calle, porque así te quería mirar yo en un universo paralelo donde te sonrojaras y me dijera “basta”, pero no, yo ocultaba tan bien esto que te estoy contando, y ahora me miras como anonada, no se si me crees loca, pero si lo haces te digo que los loco aman mejor que los cuerdos.

     Ahora me dices que tú también debes contarme cosas que nunca me contaste, me dices que a veces me piensas como no deberías, que te da miedo que yo no te piense y río porque no hay nada que haga mejor sino pensarte. Que en vez de cartas, tienes una melodía creada para mi personalidad de idiota. Y no se si reír esta vez o llorar porque han pasado tantos años en los que sentido esto para que vengas con lagrimas en los ojos a reclamarme no haberlo confesado.

     En el fondo, te veo con esa mirada en las pupilas, esa que nunca había visto, entiendo que si es amor, y sino hay una palabra que describa mejor la multitud de mariposas que me embriagaron cuando me tocaste la cara para acariciarme, entonces yo la invento para nosotras. Y te invento todo lo que pidan tus sueños, y te erijo un castillo de sentimientos bonitos para que intentemos vivir felices sin final.

jueves, 4 de septiembre de 2014

poker

La vida
es un juego de azar
el amor
un puto juego de poker
Juegas con una mala mano
sabiendo en el fondo
el riesgo de perder.

pero te atreves
y subes la apuesta

Como queriendo confirmarle
a quien observa
tengo con qué apostar
a la vida
al amor.

Y ella
nunca esta en tus planes
ni el color de sus labios
ni el misterio de sus ojos
que esconden siempre
un par de aces.

Y ella
te mira
con cara de no me ganas en esta vida,
con cara de ser la dueña del mundo
con cara de serás mía.

pierdes,
te la llevas a la cama
creyendo que has ganado
y al despertar
abres los ojos con la certeza de los perdidos
Has apostado el corazón
Y te han dejado sin él.
 


domingo, 6 de julio de 2014

Rutina

“Gente que ya no bebe porque está seca”


Es domingo, mañana será lunes,
caminaremos siendo todos los mismos
y no enamoraremos de una mañana
lejos de la rutina.

Ansiaremos como adictos,
escapar del sistema,
ese que corroe,
que consume.

Y será martes
levantaremos
una sonrisa de cortesía,
al menos no es lunes.

Llegaremos a trabajar
mal encarados
un miércoles,
correremos,
apuraremos
las horas
el jueves.

A ver si llega más rápido
el ansiado viernes,
y nos emborracharemos
de historias ficticias sobre el lunes,
de los problemas del martes,
de las ausencias del miércoles,
de los miedos del jueves,
pero reiremos
porque es viernes.

Al despertar será sábado
de parques,
o playas,
de cafés
de calles.

Con nostalgia
llegará el domingo,
queda leer el libro
ese que no terminas,
queda soñar con un lunes

lejos de la rutina.

viernes, 4 de julio de 2014

Despecho futbolístico

A veces me hacen una pregunta que nunca debería hacersele a un fanático del deporte, mucho menos a uno del fútbol, aunque admito que a veces se me hace imposible no hacérmela yo misma, sobre todo en tiempos como este donde he perdido todo, en cuanto a partidos se refiere. 

Si este año hubiese apostado todo lo que tengo a los equipos que me gustan, no tendría un techo para vivir, y ni un bolívar para comer. Así es el fútbol, este deporte te quita todo un día para anunciarte de la nada que te ha preparado una oportunidad para volver a la gloria.

Esto es quizá lo que más me gusta del fútbol, ni tu que te jactaste de ser el “Amor“ me has roto el corazón tantas veces como él. Sin embargo se que como estoy abajo volveré a estar arriba y una temporada cualquiera recuperaré todo lo que aposté y perdí.

Así que cuando te pregunten ¿Qué le ves al fútbol?, respóndele
Los veo con los ojos de una enamorada loca, 

que no pierde la fe,
ni la esperanza de empatar una final en el minuto 93.

Que no puede evitar llorar,
volver a ser una niña pequeña,
necesitar consuelo cuando la selección no clasifica,
que se te para el corazón con un contraataque.

Que cuando ves a tu jugador favorito hacer un drible crees en la magia,

que Dios existe y se escribe D10S.

Diles que gracias a él conoces la fidelidad,

el nunca rendirse.
Diles que has llorado,

has gritado,
has conocido la felicidad gracias a una estrella, 
gracias a un gol, 
que te has enamorado de clubes por sólo una jugada.

Y en el fondo de tu corazón

aunque el fútbol te lo haya roto muchas veces
sabes que no podrás dejar de amarlo nunca,
por todo eso que te ha hecho sentir.

domingo, 29 de junio de 2014

Chica mala

Si hubiese sabido que te marcharías sin avisar
no hubiese creído,
mucho menos me hubiese enamorado.
Si hubiese sabido que preferiría comerte a besos
en vez de desayunar
hubiese ayunado desde que te conocí.

Si hubiese sabido
que me encontraría perdidamente enamorada de ti
te hubiese inventado defectos
te hubiese soñado imperfecta.
Tantos hubieses
imposibles de cambiar,
ahora el daño está hecho.

Me volviste tu esclava
en pleno siglo XXI,
sin derecho a votar
cómo querernos
y sin libertad de expresión
para pensar en otras.

Volviste todo una puta dictadura
y sin saberlo fui cómplice
de tus deseo,
me volví corrupta
a cambio de caminatas por la noche.

Me sobornaste con miradas seductoras
por besos con mordida de labios,
y no me hubiese importado ir a la cárcel
por intento de robo
a tu corazón.

Pero eres ese tipo de mujer
que lleva una caja fuerte en el pecho
con clave indescifrable y huellas dactilares
que nunca pude copiar.

Esa mujer a la que no se le puede robar ni un beso
ni una agarrada de manos sin su consentimiento.
De esas que se burla de todos los hubiese 
de las ilusas como yo.
Y cuando le ganas una discusión
es porque te ha dejado ganar.

Que si le agarras una nalga
amaga con una cachetada
para luego besarte
como deben besar los demonios,
sin miedo a prender el mundo en fuego
sin miedo a consumir el amor en un polvo.

Si hubiese sabido que eras así
una criminal de primera
en un mundo de amores inocentes y con final feliz
la verdad,
me hubiese enamorado más rápido.

Carta borracha

Quizá ya no te quiera
pero mujer cómo dueles todavía. 
Sobre todo saber que ya no estás 
para mirarme como si fuese la única mujer en el mundo 
que vale la pena.

Si volvieras te insultaría con cumplidos 
antes de saltar a odiarte por olvidar las promesas.
imagino, dirás con tu cinismo
La vida está llena de promesas incumplidas.
Y yo que soy tan poco ágil ante tus palabras 
te suplicaría con los gestos 
un al menos ódiame.

Confieso 
las paredes blancas no son sino un lienzo 
para escribir los dolores que causaste.
y quizá ya no te quiera como antes,
pero te amo,
así de hija de puta.

Nunca me dejaste quererte
según tu,
 el querer es para débiles, 
sabía que tenías razón, 
aunque una parte de mi 
siempre quiso 
no tuvieras miedo a ser débil conmigo.






miércoles, 25 de junio de 2014

A VECES TE QUIERO MÁS

A veces te olvido,
a veces te quiero más
que mirar  a la luna,
borracha,
pidiéndole disculpas
por volverme loca
en tu causa.

Y le hablo de ti,
aunque ya te conoce,
de tu sonrisa,
la que ilumina lados oscuros del mundo,
y de tus ojos,
esos que ven más allá de un horizonte
de verdades ocultas.

Me sonríe igual que tú,
iluminándome el camino de vuelta a casa.

De vuelta a ti.

Me observa deambular
sin la guía de tus besos.

Se ríe del latir de mi corazón
porque late gritando 
Eres hermosa
con voz de enamorada,
y se burla
de mi sonrisa boba
cuando en vez de olvidarte
te quiero más.



domingo, 22 de junio de 2014

Eres como la lluvia

Eres como una noche de lluvia, de esas que se esperan toda la vida y cuando llegan corres para no mojarte. 

Así estoy yo, buscando urgentemente un paraguas para resguardarme de tu sonrisa y  esa mirada de abrázame o se nos acaba el mundo.

Eres como ese primer aire de música en un concierto de jazz.

Eres ese desacuerdo que tengo con la vida de no creer en nada. Y me refutas, que se puede creer en otras cosas, hasta en la belleza de ver a un árbol despeinarse con el aire.  

Eres esa superheroina que se quita la capa para bailar, las botas para tomar, de esas que no salvan sino que luchan por cambiar aunque no lo hacen nunca.

Eres ese quiero un amor para toda la vida que nunca seremos, porque está mejor no ser más que él te amo por ahora.

Y sin embargo, quisiera un final feliz, hasta que me besas como una puta en vez de un ángel y me doy cuenta, el amor es así de odioso y alocado como la lluvia de la que escapo.

Lo entiendo así, si tú eres la lluvia, me mojaría por el resto de la vida con tal de verte caer en mi rostro o que me quitaría la ropa en medio de la playa para invitarte a enseñarme a bailar en las olas.

O que podría incluso creer en el amor si me dejas.

O bailar si me enseñas.


Y quizá dejar de escapar de la lluvia e ir destruyendo todos los paraguas del mundo.

miércoles, 18 de junio de 2014

Puede

Puede que de un momento a otro me haya perdido
tratando por todos los medios encontrarte,
puede que te hayas ido para no volver
y siga aquí buscándote en los recuerdos.

Puede que hayas sido el amor de mi vida
y yo el amor de la tuya,
que volvamos a cruzar nuestros besos
o no encontremos el camino de vuelta a casa.

Puede que te quiera sutil
como la luna quiere a la noche,
que te necesite gravemente
como los días llenos de luz.

Puede que no te olvide,
que te haga daño,
que me hagas daño,
que hayas sido el final y el comienzo de todos mis días

Yo
quiero poder caminar el mundo,
darle la vuelta y
hacer posibles todos los puede que nos separan.




miércoles, 11 de junio de 2014

Es que es mujer...

Alguien de idiota se atrevió a preguntarme qué me gustaba más de ti,
como si la respuesta fuese a ser sencilla y corta, insistió
creyendo que eras una invención de mi mente,
como si el amor entre dos mujeres no pudiese existir, 
o peor aún no fuese amor en absoluto.

Era hombre por supuesto y quizá por eso no puede entender del todo 
Por qué me encantas tanto.

Entonces comencé diciéndole lo bella que es tu sonrisa
que el café de tus ojos me lo tomaría todos los días,
que te agarro la mano para sentir como nos comemos al mundo,
que la vida encajó de un momento a otro cuando dijiste 

Te quiero

Que ese te quiero me lo dedicas todos los días, 
y que todos los días son de luna llena si me miras a los ojos.
Que me tatuaría los momento juntas en el corazón 
para luego llorar no poder olvidarlos.

Que me gusta que te rías, 
que no te rías, 
que te molestes
que me celes.

Que me encanta lo vicioso de tus besos
que me conviertas en adicta a tu cuerpo 

Que cuando me dices 
Buenos días 
con una sonrisa tierna me dejas sin ropa

Que cuando me das un beso en la mejilla 
me dejas sin piel,
y que entonces para amarnos sólo me queda el alma.

Que me des abrazos sin sabor a despedida
y que no es despedida si nos estamos pensando.

En fin, le dije

Lo que más me gusta de ella es que es mujer 
y no tiene miedo a que lo seamos por toda la vida.

lunes, 9 de junio de 2014

Recuerdos I

Y grita el reloj sin aviso,
despierto de soñarte aunque no estaba dormida
estaba pensándote.

Y vuelvo de volarte entre las sabanas 
mientras dábamos vuelcos de ciento ochenta grados.

Es casi una odisea levantarse de la cama
más si te cansaste de esperarme con una media sonrisa
para el desayuno,
y el café de aperitivo.

Y antes de bañarme,
lo recuerdo
se me olvido decirte lo más arduo de decir.
No te me vayas.

Y me quedo unos segundos en el umbral,
como por inercia volteo
a ver si se me quedan los recuerdos,
pero están atados hasta en las llaves.

Puedo decir que odiaba todo de ti,
hasta lo que amaba.
Es una antítesis
haberme enamorado de tus mayores defectos.

Lo peor es,
cuando todo terminó
es que no llegó el final para mi.
Entonces me la paso soñándote
por si te encuentro en el camino de regreso a la realidad.

Y es dañino
como todos los verdaderos amores

Una de las dos quedará echa un desastre 
dijimos sonriendo una tarde con dosis extra de risa.

Y serás tú 
me dijiste coqueteándome un beso en la mejilla.


sábado, 7 de junio de 2014

Te llevaste la pieza del rompecabezas

Y me pregunté muchas veces si merecía la pena
intentarlo una y otra vez, como si no doliese casi la primera.

Y me pregunté si quizás era mejor rendirse a los pies del orgullo,
no seguir intentado,
volverse piedra.

Pero entonces saliste de la nada como un ángel caído del cielo
o un demonio acabado de ascender a la tierra.
me cuesta diferenciarte del bien o el mal, 
no importa, por ti escogí un bando para luchar y no rendirme.

Y llegaste haciéndome creer en lo que nunca había creído 
solo con un beso de malas noches y de buenos días.

Debo admitir con honestidad, despertarme sin ropa a tu lado 
me hizo menos vulnerable.

O eso creía yo, cuando me dijiste te amo
así de sencillo 
con una sonrisa medio sarcástica 
como si dijeras tráeme una cerveza.
no sabías,
por ese te amo te traería la licorería entera.

Pero sabiendo ser como soy 
no pude responder. 

Porque no se le puede responder gritos a un ave
o se escapa asustado,
y nunca más le vuelves a ver.

Y debo admitir apenada, me asusté
de no verte más
de que podrías marcharte
y dejarme hecha una rompecabezas.

Y te fuiste 
volaste lejos como era de esperarse 
por tu naturaleza de ángel 
y en efecto me dejaste desarmada en todo el piso
pero te llevaste contigo una pieza 

Y no me pudieron armar otra vez.

Y se nos fueron los sueños

Dejamos de beber cerveza a media noche después de hacer el amor,
dejamos de querernos con la intensidad del odio y la pasión de dos amantes.

Dejamos de comer desnudas en la cama todas las mañanas
dejamos de reír a carcajadas con solo mirarnos a los ojos.

Dejamos de hacer el amor para llegar al cielo
y empezamos a tirar para bajar de ahí.

Y se nos fueron los sueños juntas
y las esperanzas se retrasaron junto con los besos.

Dejamos de mirarnos desde los extremos de la habitación
y empezamos a evitarnos hasta en los sueños.

O nos quedamos sin amor, o nunca fue suficiente,
Ni siquiera lloramos al admitir que casi todo estaba mal,
a excepción que todavía nos queríamos.

No sabíamos que hacer, nadie lo sabe
nadie sabe qué coño hacer cuando el amor ya no es suficiente.

Dejamos de decirnos las verdades en la cara
y empezamos a mentirnos a la espalda.

No puedo decir que no valió la pena
lo valiste todo.

En este mundo todo llega a un final.

Aunque pensé que mi final eras tu,
pero ya ves, solo terminó el nosotras que estuvo de más todo este tiempo.

Me ganas invicta

Me doy por vencida 

y me ganas invicta. 

Cómo no rendirme ante tus dotes de brujería 

si me enredas hasta las piernas.


Y cómo no verte de lejos con la cabeza baja 
 
si es tan difícil mirar a tus ojos 

cuando miras como si fuera el comienzo del mundo.

Pero en esta historia no existen Adanes, ni Evas 

Estamos tu y yo

jugando frente al resto del mundo.


Y voy perdiendo en esta partida mientras me quitas la ropa 

y estoy segura perderé en la próxima si me besas.

Qué ganas si me enamoras

Qué pierdo si no lo hago, 

Y voy de aquí para allá buscando debilidades 

pero la débil soy yo, 

cayendo de bruces ante tus dotes.


Dices,

me gusta hacerle maldades a los artistas

pero yo no hago arte 

aparte de los verbos conjugados.

Y qué si me doy por vencida 

y qué si me ganas invicta

te habrás pintado de colores

para ganarme, 

me habré vestido de perdedora 

para ganarte.






viernes, 6 de junio de 2014

Si te viera

Y siento que han pasado años
y nos hemos hecho mayores
hemos ido de viaje a muchas relaciones
Y se,
si te volviera ver no te reconocería.

Al menos que lleves los mismos ojos
o las mismas ansias en las manos,
los mismos sueños en los gestos
Y puede que te viera de lejos con él

Riéndole con la mirada
Como conmigo
Me daría media vuelta sin saludar,
Tendrás que perdonar mis modales.

Y te recordaría todo el día
A ti, y a tus momentos,
no sabría por qué todo terminó en menos de sesenta minutos
recordaría lo hermosa que te veías
tomando café desnuda en la cama todos los domingos.

y me arrepentiría de todo lo que no dije
o de todo lo que no te mostré
sacaría todas las cartas escritas
las no entregadas y hasta las devueltas.

Y tendrías que perdonar si te escribiera una última
para decirte cuánto hemos cambiado en estos años,
ni tu eres la niña de la que me enamoré
ni yo
el amor de tu vida.

Y no hay forma de no  llorarte
por los recuerdos
porque cambiamos
y sobre todo porque prometimos no hacerlo.

Y llegan a doler esas despedidas que debieron ser hace tiempo
porque lo se
ya no es solo la despedida
tiene que ser el olvido.

Y entonces lo comprendes de pie a cabeza
como un algoritmo que daba vueltas por ser resuelto
pero no era eso
eras tu
era mi empeño de seguir pensándote como eras
y no como eres ahora.
Era mi empeño de creer que el tiempo no pasaría por nosotras,
Nos dejaría libre de las revoluciones,
pero hoy
al ver cómo le mirabas

supe que te había olvidado hace unos segundos.

Prometí

Prometí no llorar los enero

Ni por ti

Ni por la lluvia

Antes de irte lejos

Prometí no olvidarte

Dormirme sin pensarte

Prometí no llegar los domingos

Para ver el amanecer en el balcón

Prometí

En las mañanas de agosto

Ir a buscar otros motivos

Pero aquí estoy

Rompiendo las promesas de ayer

Porque no me quieres hoy

Ya no queda ni es vestigio

Ya no sé si me querías

Por eso he salido a hablarles de ti

De las promesas

De tus amores

Y se hartan

Al igual yo

De tu perfección

De mi dolor

Y ha llegado diciembre

Todos están aquí menos tú

He decidido quedarme contigo

Recordándote

En el balcón con un café

Viendo la lluvia y pidiéndole quimeras a la luna

Luego bailamos

Despacio

Con la música de los deseos

Ves

Te digo al oído

Aprendí a bailar para ti

Antes de desvanecerte con el aire de las pesadillas

Y todo esto porque no puedo romper una sola promesa


Esa de no olvidarte nunca.

Mi versión del destino

   Creo que el mundo me dejo de pertenecer,  los sueños se me fueron mientras esperaba a que llegasen, y me sentía como un mueble, si, un mueble, ese mueble cómodo al final de la sala, donde todos parecen querer sentarse a ver el partido, donde se riega la cerveza, me siento como ese mueble, está allí sin moverse, sin hablar, sin sentir algunas veces el montón de idiotas que le dan uso.

Y qué si se me fueron los sueños, pueden llegar otros me dije. Y seguí esperando a que llegasen de un minuto a otro, les espere de madrugada, en la lluvia de problemas cayendo en la sala. Escuché todo tipo de promesas incumplidas e infidelidades consumadas, esperé por algún indicio del destino, ese que se supone diría levántate he llegado, vengo a recogerte para llevarte a la vida.

Mientras, se imaginan, pasaban los años, y venían todos de sus diversiones a recostarse en el mueble abandonado. Podía ver las fotos, las sonrisas parecían auténticas, verdaderas, a todos le habían ido a buscar hasta sus casas pensé.

Entonces llegaste tú, venías de visita desde un lugar lejano, entraste con el aire de no ser un mueble sino la casa entera. Se detuvieron los corazones un minuto para verte, y te sentaste, justo a mi lado, dejé de ser un mueble cuando me buscaste conversación. No tenía temas para hablar, había estado estática por muchos años, abrí los ojos por primera vez. Te fuiste ese mismo día, sin saber que habías sido mi versión del destino diciéndome levántate he llegado a buscarte.

Me levanté a buscarte.

Escuche música, vi películas, caminé de noche por boulevares, leí muchos libros. Tuve sexo, me rasque el día de mi cumpleaños, acampé en la playa, tome café con amigos, me rompieron el corazón en demasiadas oportunidades, y en todas intenté ser un mueble otra vez, pero siempre emergía tu recuerdo como ráfagas de colores. Sonreía y volvía a salir a la vida, caminando siempre con la lentitud de los tiempos de antes.

Una noche volviste de visita, llevabas dos grandes maletas y la misma sonrisa de la primera vez. Te sentaste a mi lado, teniendo todo un arsenal de hombres en la habitación, y me buscaste conversación. Supe cómo responder a tus preguntas, como no había podido hacer antes, reíste y reí. Mi corazón si no se detuvo para verte, siguió caminando con el tuyo.


Instalaste tus maletas en mi vida, invadiendo mi armario, mi cama, mis sueños, todo sin saber que eras mi versión del destino diciendo he llegado para quedarme. 

lunes, 26 de mayo de 2014

Vámonos

Porque los mejores momentos no se piensan te dije sin pensarlo, vámonos.

A crear historias sin finales, a vivir con el verbo y a no necesitar más que a nosotras.

A no decirnos te amo para no obligarnos a demostrarlo.

A bebernos de a besos eternos en una playa del mundo.

Y te prometí mil momentos hermosos bajo la luna pero tú estabas pensando, y me dijiste con ternura no puedo.

Nunca entendí ese no puedo, me desarmó en pequeñas partes regadas en el piso que nadie llegó para barrer.

Más nunca creí en el amor, no me daba cuenta que éste y el desamor viene agarrados de la mano, decidí vivir sin amores eternos, ni amores de toda una vida, decidí vivir en el momento, en no planear, en disfrutar de un momento mientras siga corriendo.

Hasta que viniste de nuevo. Llegaste como llegan los dioses, sin ser anunciada, pero siendo necesitada, y te vi llegar con una sonrisa provocada, peinarte el cabello de nervios, y en vez de decir hola, te atreves a decir Vámonos.


Y me di cuenta, en el pasado no llevábamos nada. Hoy íbamos vestidas de logros. No dejaste nada por mí y no me dejaste dejar todo por ti. Nos fuimos a cumplir las promesas renovadas con el corazón de dos ancianas y la voluntad de dos quinceañeras. 

Realmente eras el amor de mi vida.

sábado, 24 de mayo de 2014

Te amo así

Te amo
Así como se ama al color
Después de haber visto la vida en blanco y negro
Así como escribir poesía
O leérsela a quién no sabe que se la dedicas
Así como el escuchar música
Y saber cuándo la letra te cala perfectamente

Te amo
Así como se recuerda un primer beso
O las ansias en sí de tocar los labios.
Así como tu comida favorita
Después de pasar hambre.
Así como el despertar de una pesadilla
Y encontrar unos brazos protectores

Te amo
Así como la lluvia ama a la luna
Las dos se encuentran para encajar
Así como los árboles parecen amar al sol
Y se recuestan más cerca de su calor.

Te amo como se ama a la fe
Y puedo decir que mi fe eres tú
Porque te creo, te creo como una diosa.
Y como el mejor futbolista
Cree en el gol.

Te amo
así como el primer te quiero
o como todas las primeras veces.
así como se aman los finales felices 
aunque sean tan escasos.

Te amo 
así como las grandes historias de amor
las que relató Shakespear 
o las que describió Neruda

Te amo 

Así como el color de una rosa 
que no termina siendo roja.

Te amo

Así

Sin comienzo 

Sin fin.

martes, 20 de mayo de 2014

Nosotras

Nos conocimos
Nos reímos
Nos dijimos quiénes éramos
Tan diferentes resultamos ser a la primera vez
A ti te gustaba la playa a media semana
A mí los libros en una hamaca
Inmediatamente supimos lo sencillo que sería
Cuando nos confesamos
Ninguna creía en el amor.

Éramos las mismas en el fondo
Ninguna de las dos creyó en ninguna
Sabíamos que no éramos de fiar
Tú con tu realidad y yo con mi empeño de hacer todo una fantasía
Y aunque decidimos no creer que nos amábamos
Nos hicimos daño como dos enamoradas
Como se hacen daño el agua y el aceite
Tu era las espinas
Pero yo no era la rosa.

Y creímos en no decirlo
Lo hacía menos verdad
Odiábamos el compromiso
Casi tanto como odiábamos el amor
Nosotras
Las que no queríamos querer
Encontramos el tesoro
Pero no pudo ser
Como no pueden ser los atardecer en la mañana

Terminamos odiándonos
La única forma verdadera de querer
No hay amor sin odio
Ni odio sin un poco de amor
Y aunque terminó
Doy gracias
Todo lo bello termina.

Nos vimos tiempo después
Al momento fue buena idea follarnos otra vez
Luego de la última fumada
Lloramos
Como lloran las niñas
Como lloran los ancianos
Lloramos porque antes del ‘’nosotras’’
Hubo un ‘’ellos’’
‘’ellos’’ nos rompieron
Y nos  faltaba el pedazo donde encajábamos.

Nos vestimos de nuevo
‘’Te amo’’ dijiste primero
Y te abrace para responder
Te quiero en menos de dos palabras

‘’Por ahora’’

Lo supe

Cuando terminó lo supe

supe cuanto te quise

fue como despertar

un sueño preparado para ser eterno

no llegamos tan lejos

para mi corrimos un maratón juntas.

Cuando terminó lo supe

supe como te quise

como se quiere al café al despertar

la lluvia en tiempos de sequía

o el sol en invierno

como se quiere a el otoño

solo para ver las hojas caer

o como se quiere al amor

antes del corazón roto.

Cuando terminó lo supe

supe por qué te quise

te quise porque sin querer

terminaste siendo lo que quería

porque la poesía sonaba mejor

si te la leía al oído

y porque el tiempo se detenía

para vernos sonreír

porque vi a la luna detenerse

escucharnos gemir

porque cuando todo terminó

supe cuánto, cómo y por qué

te quise tanto.


domingo, 18 de mayo de 2014

No quedaba más

No quedaba más

más que el recuerdo

mas que la ilusión

más que los sueños.

No quedaba más

después de tu partida

no habían anhelos en la nevera

ni inquietudes en el baño.

Solo quedaba yo

No más que verdades

hechas mentiras.

Quedé yo

junto a una lágrima

la misma que te vio partir

se quedo

esperando un retorno.




viernes, 16 de mayo de 2014

Un amor roto

Existió un amor roto

en el pasado

ella le miró como ya no se mira

él volteó

y sin darse cuenta

la rompió.

Desde ahí existen

todos los desamores

se prefiere voltear

a mirar

amar.


Quizás

Hay tantos quizás

quizás me quieres

es el que menos me gusta

De mi parte

nunca hubo quizás

yo te quise

te quise como al café

el licor, y las miradas.

Te quise como no se quiere ya

como en el pasado

con intensidad del futuro

Te quise sin quizás

a ver si me querías

como si no hubiese pasado

como se quiere en un futuro.

lunes, 12 de mayo de 2014

LO SUPE

Lo supe

En cuanto te hice el amor

lo perdida que estaba.

Me bastó un momento

lo que algunos le toma años.

Lo hiciste tan fácil

Fluíamos como una melodia de jazz

Eramos Jhon Coltraine

o Charlie Parker

eramos Lover Man

en su punto más alto

luego descendíamos

se tiene que caer para querer.

Y no nos importaba

estar desnuda

o en sostén.

Importaban los besos

y el te quiero mujer.

Y nos vimos caer

Caímos

Como caen los ángeles a la tierra

Caímos con besos

y mientras caímos nos tomamos de la mano.

Podía no importar la llegada a la tierra

Dicen que es el infierno

No importaba

Nos vimos caer

Mientras tu llegarás conmigo

La tierra, el cielo o el infierno

Daba igual.

miércoles, 23 de abril de 2014

ME DEJO ESCRIBIR SOBRE ELLA

En vez de pasar del papel a la laptop lo que escribo

preferiría escribirlo sobre tu piel,

se borraría algún día,

como se borran los grandes amores,

entonces no quedaría más que el recuerdo de lo dicho,

nada sería promesa, 

nada quedaría roto.

Viviríamos en la eternidad de un momento.

En los besos de una sola noche,

En la despedida por la mañana,

Y en la melancolía de saber cuan pérdida estaba por la tarde.

Me había enamorado,

había tardado una noche en quererle,


porque me dejo escribir sobre ella.

lunes, 21 de abril de 2014

Perdida

Despierto en la madrugada después de soñarte a gritos buscando el recuerdo de cuando nos perdíamos en la sabana, pero no encuentro ni tu mirada,ni las notas de buenos días.

Llega la consciencia temprano para recordarme, no estás desde hace un tiempo, pudo ser meses o sólo un suspiro.

Sentada en el sofá viendo el partido mi mano se atreve a incursionar en el espacio en el intento de coger la tuya. 

Ya no está.

Y me ahogo en la cerveza a ver si te encuentro, pero cómo si soy yo la perdida.

No hay pelea posible contra la neblina, no cuando la neblina eres tu y la otra opción la cordura.


Qué somos

Qué somos, 

somos aire o tierra,

ying yan, 

vamos del blanco al negro 

dependiendo del beso.


No se qué somos, 

sé que contigo soy color, 

sin degradados a grises

Sin llegar a ser blanca del todo,

o negra completa.

Se que tu eres árbol, luna y aire.

Eres musa.


Yo soy la escritora y tu las palabras,

que palabras más bonitas van brotando 

mientras te veo.




Si me llevas

No se a dónde voy si no me llevas de la mano.
Y si estoy contigo voy a donde quieras, como quieras.
Caminando de manos o descalza, 
En metro o en autobús.

Si me llevas de la mano llegamos a las nubes, 
aún más si estás sobre mi, o de espaldas a la cama.
Que el sonido se vuelve silencio
y el aire se detiene para que sonrías.

No importa si el destino es el cielo o el infierno.
Llegue a la meta si estás tu, esperando, 
o llegando tarde, 
de mañana o a medianoche.

Es tan diferente mirarnos entre la gente.

Es tan diferente mirarte entre la gente. 
Soy dos personas,
la que soy contigo y la que soy con el resto.
Contigo soy peor, fumo, bebo,
me pierdo en conversaciones sin sentido.

Contigo escribo, para ti, para mi.
Con ellos soy una más de la masa.
Es tan diferente mirarte entre la gente, 
me gusta más mirarte entre las sabanas.

Contigo no importa si caminamos por Nueva York o Barcelona,
Contigo es lo mismo caminar Caracas. 
Más bella si la pintamos de besos.

Es tan diferente mirarnos entre la gente.