A veces te olvido,
a veces te quiero más
que mirar a la luna,
borracha,
pidiéndole disculpas
por volverme loca
en tu causa.
Y le hablo de ti,
aunque ya te conoce,
de tu sonrisa,
la que ilumina lados oscuros del mundo,
y de tus ojos,
esos que ven más allá de un horizonte
de verdades ocultas.
Me sonríe igual que tú,
iluminándome el camino de vuelta a casa.
De vuelta a ti.
Me observa deambular
sin la guía de tus besos.
Se ríe del latir de mi corazón
porque late gritando
Eres hermosa
con voz de enamorada,
y se burla
de mi sonrisa boba
cuando en vez de olvidarte
te quiero más.
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