domingo, 29 de junio de 2014

Carta borracha

Quizá ya no te quiera
pero mujer cómo dueles todavía. 
Sobre todo saber que ya no estás 
para mirarme como si fuese la única mujer en el mundo 
que vale la pena.

Si volvieras te insultaría con cumplidos 
antes de saltar a odiarte por olvidar las promesas.
imagino, dirás con tu cinismo
La vida está llena de promesas incumplidas.
Y yo que soy tan poco ágil ante tus palabras 
te suplicaría con los gestos 
un al menos ódiame.

Confieso 
las paredes blancas no son sino un lienzo 
para escribir los dolores que causaste.
y quizá ya no te quiera como antes,
pero te amo,
así de hija de puta.

Nunca me dejaste quererte
según tu,
 el querer es para débiles, 
sabía que tenías razón, 
aunque una parte de mi 
siempre quiso 
no tuvieras miedo a ser débil conmigo.






No hay comentarios:

Publicar un comentario