Quizá ya no te quiera
pero mujer cómo dueles todavía.
Sobre todo saber que ya no estás
para mirarme como si fuese la única mujer en el mundo
que vale la pena.
Si volvieras te insultaría con cumplidos
antes de saltar a odiarte por olvidar las promesas.
imagino, dirás con tu cinismo
La vida está llena de promesas incumplidas.
Y yo que soy tan poco ágil ante tus palabras
te suplicaría con los gestos
un al menos ódiame.
Confieso
las paredes blancas no son sino un lienzo
para escribir los dolores que causaste.
y quizá ya no te quiera como antes,
pero te amo,
así de hija de puta.
Nunca me dejaste quererte
según tu,
el querer es para débiles,
sabía que tenías razón,
aunque una parte de mi
siempre quiso
no tuvieras miedo a ser débil conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario